miércoles, 14 de julio de 2010

Tratamiento de la Celulitis

¿Qué es la Celulitis?

La celulitis es una enfermedad de carac­ter evolutivo que se desarrolla sobre un terreno predispuesto por:

Las características anatómicas.
Las características metabólicas.
Las características endocrinas.


Sobre las cuales actúan elementos desencadenantes como:

La alimentación errada.
El sobrepeso
Las terapias hormonales.
Las alteraciones vasculares.


Se localiza con mayor frecuencia en las caderas, muslos, rodillas y glúteos.



Es importante destacar que una mujer con celulitis, siempre tendrá tendencia a la celulitis. Lo que un buen tratamiento podrá, es mantenerla bajo control, reducirla al mínimo y no dejarla evolucionar a cuadros más graves. Sin embargo en la celulitis inicial, donde prevalece el componente linfoedematoso, el tratamiento puede hacerla desaparecer.



Clasificación de la celulitis

Celulitis dura.
Celulitis Fláccida.
Celulitis edematosa.
Celulitis Mixta.



Celulitis dura:

Se encuentra en mujeres jóvenes de buen físico y generalmente deportistas o bailarinas, cuyos tejidos son firmes y bien tonificados y sin edema, lo que dificulta su reconocimiento. La patología, sin embargo, se hace evidente por medio de la prueba del pellizco y aparición de la “piel de naranja”.
La zona afectada se presenta rígida, con aspecto de masa compacta. La piel que la recubre está aumentada de espesor en forma regular y uniforme.
La gran distensión ocasionada por la enfermedad produce la ruptura de las fibras elásticas de la piel y la aparición de grietas de color rojizo o blanco. Estas aparecen solamente en celulitis dura y están más relacionadas con el tipo de piel que con el proceso mismo.

Celulitis fláccida:

Es típica de las personas sedentarias o de aquellas que alguna vez fueron activas y ya no lo son. Algunas nacen con predisposición a padecerla, apareciendo en estos casos en forma temprana, en la pubertad y aún en la niñez.
También son proclives a ella aquellas pacientes que se sometieron a reiterados y severos tratamientos dietéticos y que, habiendo bajado bruscamente de peso, lo recuperaron de igual manera apenas suspendido el régimen.
Los tejidos blandos, sin consistencia debido al poco tono muscular que tienen, producen deformaciones que se hunden y aplastan a la menor presión, tomando distintos aspectos de acuerdo al estado posicional del paciente. Al deambular se aprecia el balanceo característico de la masa celulítica que tiende a ocupar grandes zonas, flotando entre la piel y los músculos en forma de pliegues y bultos fláccidos. Esto hace que sea una afección muy evidente y muy poco atractiva.
El signo de la “piel de naranja” está presente en todo su esplendor, a veces sin necesidad de pellizcar.
Son frecuentes las várices, así como también los edemas blandos o hinchazones con mucha retención de líquidos. Los miembros duros y torpes dificultan la deambulación que es lenta e insegura.
El estado general de la paciente se encuentra afectado y los síntomas que aparecen son:
A) Fatiga permanente.
B) Debilidad general.
C) Mareos.
D) Tendencia a la hipotensión.
E) Nerviosismo e insomnio.
Tanto los mareos como la hipotensión se producen durante breves instantes, al cambiar bruscamente de posición y se explica por la afluencia de gran cantidad de sangre a estas regiones en detrimento de la circulación cerebral. El equilibrio se restablece rápidamente volviendo la presión sanguínea a sus valores normales.

Celulitis edematosa:

Se encuentra en pacientes de toda edad, pero es más frecuente entre jóvenes y adolescentes. Es la forma de la celulitis de la pubertad y, cuando aparece en mujeres adultas, éstas refieren haber padecido siempre de “piernas gruesas”. Esta forma clínica por su aparición precoz, presenta graves consecuencias, tanto psicológicas como físicas.
Se localiza principalmente en los miembros inferiores a los que invade en su totalidad y hace que se presenten a la inspección con un aumento uniforme de tamaño, sin aparente deformación.
El “signo de piel de naranja” aparece desde sus inicios, facilitando de este modo el diagnostico precoz.
Debemos considerar esta variedad clínica como una enfermedad seria, ya que por la precocidad de aparición como por las graves consecuencias que ocasiona y que son la dificultad de movilización, acompañada de dolor de los miembros inferiores, que hace cada vez más limitada la de ambulación. Esto puede comprobarse en el caso de aquellas mujeres menopáusicas con enormes piernas, prácticamente incapacitadas de caminar.
No debemos descuidar las graves consecuencias psicológicas que se producen en las jovencitas que presentan piernas gruesas, desproporcionadas a su físico, de andar torpe, sin gracia y a las que nadie considera necesario someter al tratamiento.



Celulitis mixta:

En general las formas de celulitis dura, fláccida y edematosa no se encuentran en forma pura, sino que pueden aparecer en forma mixta.
Por ejemplo, hay pacientes que presentan la variedad dura en la parte externa del muslo, y acompañada de celulitis fláccida en la parte interna. Otra sería una celulitis dura en las piernas asociada a fláccida en el abdomen.




Factores en juego en la determinación de la celulitis:

Raza: La raza blanca tiene mayor predisposición.
Familia: Si bien la celulitis no es hereditaria, lo que se hereda es el ámbito familiar.
Desequilibrios hormonales:
El aumento de insulina (aumento de consumo de azucares).
La disminución de hormonas tiroideas.
Aumento de estrógenos (alimentos de origen animal).
Cortisol (estrés).
Anticonceptivos (estroprogestágenos).
Desordenes alimenticios (aumento en el consumo de grasas y azucares simples y disminución en el consumo de fibras, frutas y verduras).
Estilo de vida (estrés, sedentarismo, tabaquismo, etc).
Compresiones externas (ropa excesivamente ajustada, permanecer mucho tiempo de pie, etc).
Alteraciones vasculares (várices).
Todos estos factores alteran de alguna manera el proceso de eliminación de sustancias tóxicas de los tejidos. Y por ese motivo contribuyen a la instalación de los trastornos circulatorios desencadenados por las hormonas femeninas.




¿Cómo se genera la celulitis?

Alteración de la permeabilidad venosa y linfática.
Congestión intersticial de los fluidos.
Hipoxia (reducción del metabolismo adipocitario).
Peroxidación lipídica de la membrana celular de los adipocitos.
Depósitos de proteínas y formación de fibrosis.
Hipertrofia de los adipocitos.
Alteración del tejido conjuntivo.
Retracción de las fibras conjuntivas.

Alimentación y celulitis


Ante la presencia de celulitis, lo primero que intenta hacer la mujer es comer menos (dieta hipocalórica). Muy a menudo, esto no solo no es suficiente, sino que en algunos casos se logra una pérdida de peso en las zonas no afectadas (de mayor vascularización), acentuando el dismorfismo entre la parte superior del cuerpo (no afectada) y la inferior del cuerpo (zona afectada y de menor vascularización).
La presencia de celulitis no se relaciona con el aumento de peso en el sentido clásico, sino a la variación de la relación entre la masa magra y la grasa. Perder peso es una cosa, perder grasa es otra.
Dieta cronometabólica: Es una dieta que toma en cuenta los ritmos hormonales y metabólicos durante el día.

Regla de oro: Desayunar solo (comer mucho), compartir el almuerzo con un amigo (comer moderado) y darle la cena a un enemigo (comer poco).
Nuestra capacidad de quemar energía es máxima durante la mañana (pico de Cortisol e insulina) y va disminuyendo con el paso de las horas.

Principios para una nutrición anticelulitis:

No realizar una comida, no reducirá la celulitis.
No comer dulces a la noche.
Tomar dos litros de agua diarios.
Reducir o eliminar las bebidas alcohólicas.
No permitir que pasen más de 5 hs sin comer.
Comer muchas frutas y verduras.


Metabolismo de la mujer al transcurrir los años:

Comienzan dietas hipocalóricas (disminuye la masa muscular).
Disminuyen la actividad física (disminuye la masa muscular).
Disminuye la hormona somatotrofina (disminuye la masa muscular).
Disminuyen las hormonas tiroideas (disminuye el metabolismo basal, aumenta de peso).
Mala alimentación (la presencia de azucares



¿Qué conseguimos al realizar actividad física?

Aumentamos la necesidad energética.
Quemamos mas azucares y movilizamos la grasa de depósito.
Disminuye la producción de insulina.
Aumenta la somatotrofina.
Aumenta la masa muscular.
Aumenta el retorno venoso y linfático.
Aumenta el metabolismo basal.
Perdemos peso.
Disminuye la celulitis.


Protocolo terapéutico de la celulitis:


Fase diagnóstica:
Grado de celulitis.
Regiones afectadas por la celulitis.
Cuestionario sobre:
--- Hábitos alimentarios.

--- Actividad física.

--- Vida laboral (tipo y horas de trabajo, estrés).

--- Vida social (tabaco, alcohol, estrés).

Control de peso y diámetro corporal.

Fase terapéutica:

- Crema anticelulitis.
- Actividad física.
- Pautas alimenticias.
- Mesoterápia.
- Contractor muscular.
- Ultracavitador y Radiofrecuencia.


Objetivos del programa:

Hacer mas sensible al tejido adiposo a estímulos lipolíticos.
Disminuir inestetisismos y adiposidades localizadas.
Disminuir la retención hídrica.
Respetar la masa magra.
Aumentar el tono muscular y el metabolismo basal.
Mejorar los hábitos alimentarios.

Nuestro protocolo interviene sobre la celulitis y también sobre:



- La hipotonía muscular.
- La relajación cutánea.
- La adiposidad localizada.
- La adiposidad difusa.

Mas Info: www.drmoina.com.ar